Hay muchas cosas que podemos hacer para enseñar a los niños y niñas a ser resilientes, es decir a sobreponerse ante una situación estresante o de cambio y salir de ella reforzado con nuevos aprendizajes. Entre todas ellas, la autorregulación emocional cobra vital importancia.

¿Qué es la autorregulación?

La autorregulación es la capacidad para identificar lo que sentimos, saber en qué parte del cuerpo lo sentimos y cómo es esta sensación, para después poder expresarlo poniéndole una palabra.

Es importante que en estos días hablemos con los más pequeños sobre cómo se sienten y les ayudemos a gestionar sus emociones. La incertidumbre que vivimos con esta compleja situación puede ser una oportunidad para explicar qué etapas nos va a llevar este proceso, dónde estamos y qué es lo siguiente que vendrá. Estamos en un momento perfecto para acompañar a nuestros hijos e hijas a ser resilientes.

Los niños necesitan expresar lo que viven a través del juego, la pintura, la música, el teatro o cualquier otra actividad. Tenemos que hablar con ellos con naturalidad de aquello que les preocupa o les inquieta sin negarlo, o evitarlo. En estos caso decir “no pasa nada” no es lo mejor que podemos hacer.

Si… pero mi hijo/a con Autismo no lo entiende…

En el caso de niños y niñas con autismo este proceso puede hacerse más complejo porque los adultos que acompañamos muchas veces damos por hecho que “no lo van a entender” o que “no se entera del todo”. Esto es una creencia que puede limitar el aprendizaje. Tenemos que ayudarles a identificar esos signos físicos que sienten (conciencia interoceptiva), después ponerle nombre (conciencia emocional) para poder expresar lo que están viviendo y por último darles estrategias para la regulación emocional. Todo ello ajustándonos a su forma de entender y procesar la información. 

Es importante darles información como a cualquier niño/a. Además muchos de ellos pueden mostrar dificultades para hacernos saber que están preocupados, que no entienden qué pasa o que notan en el ambiente una sensación de angustia. Si ante esto no hacemos nada, su incertidumbre aumentará y con ello su estado de ansiedad. Quizás no estemos entendiendo su forma de expresar preocupación, nerviosismo, incertidumbre… pero eso no quiere decir que no lo sientan. 

Ángela Corredor nos cuenta esta vivencia con su hijo en este artículo:

«[…] ya sea porque escuchó los noticieros en los últimos días o porque escuchó nuestras conversaciones en casa, pero ya tenía una colección de vídeos de “Los Simpsons” donde hablaban de catástrofes y una ciudad sin habitantes (así estaban las cosas).

Esa mañana le expliqué lo que sucedía y no tardó en aumentar sus ecolalias y su ansiedad de mirar por la ventana una y otra vez. “Todo está cerrado” “la gente se fue” “por el virus”.

Hay dos cosas que no debemos olvidar. Todos tenemos derecho a la información y todos podemos ser resilientes.

Modelar para expresar emociones

Para hablar con los más pequeños sobre la situación que estamos viviendo podemos usar esta infografía realizada por Monstserrat Alonso Álvarez partiendo del artículo de Pilar Jericó.

impacto emociones pandemia

A continuación te mostramos cómo podemos ir hablando de las diferentes etapas que viviremos, qué sentiremos y qué aprenderemos con la ayuda de un comunicador (Proloquo2Go), porque la ausencia de lenguaje nunca es un motivo para dejar de hablar con tu hijo e hija.

Este es un ejemplo, cada familia deberá ajustar la manera y el contenido a sus necesidades y las de sus hijos e hijas. 

Antes de hacer esta explicación de las diferentes etapas y las emociones que podemos sentir, tenemos que haber explicado la situación actual («la llamada»). En los últimos días muchas personas han compartido generosamente guiones, cuentos, vídeos para explicar esto a los más pequeños. Aquí os dejamos algunas de estas explicaciones:

Además, en esta entrada de ARASAAC tenéis recapitulados una gran cantidad de materiales para hablar sobre el Coronavirus. Pincha AQUÍ

Ideas para acompañar en esta situación

  • Valida sus emociones. “Entiendo que tengas miedo, todos podemos sentirnos asustados”. Puedes utilizar estos paneles de emociones:

Pincha la imagen para verla en tamaño completo.

Pincha la imagen para verla en tamaño completo

  • Ayúdale a identificar sus señales corporales: «estás nervioso y por eso no quieres comer», «estas nervioso y tu respiración va más rápida», «estás enfadado y tienes las piernas tensas»…
  • Enfócate en lo positivo. “ te preocupa que papá pueda ponerse enfermo, ¡mira cuánta gente se está curando!»,» los médicos cuidan de nosotros».
  • Ofrece información veraz, no la disfraces pero tampoco con exceso de detalles.
  • Cuéntale cada aprendizaje nuevo. «Hoy aprendimos a hacer un pastel. ¿Fue divertido, verdad?»
  • Dale apoyo y cariño para que se sienta seguro. “Podemos hablar siempre que te encuentres triste o enfadado.”
  • No escondas tus emociones ni trates de estar siempre feliz. Si queremos que entiendan que sentirse triste, enfadado o asustado es algo natural no debemos esconderlo.
  • Fomenta espacios para la creatividad: pintura, baile, manualidades…
  • Involúcrale en acciones comunitarias. Sentir el apoyo de los demás y sentirse unidos a un grupo ayuda a los más pequeños en su deseo de conexión y pertenencia. Puedes descargar aquí la explicación del acto de aplaudir a las 20h a las personas que están trabajando tan duro en esta situación. 

Además de todo esto no olvides mantener una estructura y orden que le ayude a sobrellevar su día a día (ARTÍCULO).  Y hacerle partícipe de las actividades y rutinas diarias (ARTÍCULO).

Aprovechamos esta publicación para mandarte ánimo, fuerza, esperanza, aliento, agradecimiento… porque TODO ESTO PASARÁ. GRACIAS POR LEERNOS  🙂