Nota: utilizaremos indistintamente persona, niño/a (con) autismo y persona, niño/a autista. De esta manera cada persona que lea este artículo podrá sentirse más cómoda con el término utilizado. En cualquier caso, la utilización de ambos términos se hace desde el reconocimiento de la persona, el respeto, y el entendimiento de que cada cerebro es diferente y el autismo es una condición humana más.
Preparando los cambios del verano
Llega el verano, y con él nuevos horarios, nuevas actividades, y muchos ajustes que realizar en las rutinas diarias de cualquier familia. Sin embargo, en las familias de niños/as (con) autismo este reajuste puede ser mayor y puede llegar a provocar más estrés. Esto ocurre porque los niños/as autistas pueden sentir mayores dificultades para afrontar los cambios y pueden mostrar mayor resistencia a ellos.
Los niños y niñas autistas necesitan más tiempo para aceptar un cambio de rutina, de horario o incluso del entorno (apariencia física).
La resistencia al cambio
“La sensibilidad contextual del cerebro humano hace que los estímulos no se procesen de manera absoluta sino relativa; es decir, algunos estímulos reciben más atención, otros menos. Es por eso que a veces estamos ciegos a los detalles o cambios. El contexto ayuda a asegurar que las sensaciones se procesen de manera relativa y no absoluta. Aunque en cualquier situación dada, varios sonidos pueden ser fuertes, el cerebro, en función del contexto, debilitará ciertos sonidos y los enviará al fondo mientras fortalece otros sonidos y los pone a la vanguardia. Por ejemplo; durante un discurso o película interesante, no escuchas ruidos extraños, como pasar coches. Sin embargo, las personas (con) autismo presentan dificultades para leer el contexto y procesan la información de forma absoluta, esto provoca resistencia al cambio y dificultades de generalización.”
“El autismo como ceguera al contexto” Peter Vermeulen, 2012.
Ayudarles a interpretar el contexto es clave y debemos adelantarnos a esos cambios para ir enseñándoles de forma progresiva a vivirlos, comprenderlos e incluso a disfrutarlos, pero antes de hablar de cómo informar de dichos cambios, nos centraremos en analizar la cantidad de cambios que pueden darse en el periodo vacacional y que muchas veces, desde nuestra mirada y ritmo, no tenemos en consideración.
Podemos clasificar los cambios en tres grupos: cambios grandes, medianos y pequeños.
-
Cambios grandes
Hace referencia a cambios que implican nuevos lugares y /o nuevas personas.
Por ejemplo: cambio de vivienda , escuela de verano, campamento, nuevas actividades extra escolares, viajes…
-
Cambios medianos
Son cambios en lugares cotidianos y/o conocidos.
Por ejemplo: escuela de verano (en el mismo centro), estar en casa de un familiar, cambios en los horarios de los familiares, visitas en casa no habituales, viajes a lugares conocidos, cambios en sus horarios y rutinas en cuanto a día u hora, cambio en el orden de las rutinas familiares…
-
Cambios pequeños
Son cambios mínimos para los adultos pero no por ello menos importantes o de menor impacto para el niño/a.
Por ejemplo: cambios dentro de las rutinas (cambio de ropa, cambio del lugar de comidas , imprevistos diarios…)
Esta clasificación nos puede ayudar a tomar conciencia de la cantidad de cambios que van a ocurrir y para los que debemos prepararnos. Hacer un listado por semanas o meses con dichos cambios nos ayudará posteriormente a saber que información ofrecer al niño/a.
Ayudando a leer el contexto: anticipar los cambios
Estar informado con antelación de qué va a ocurrir y de qué manera ayudará a que tu hijo/a responda de forma más flexible a los cambios, reducirá la incertidumbre y aumentará su participación. Pero, ¿cómo lo hacemos?
Tanto si es un cambio grande, mediano o pequeño te ofrecemos un guion para que puedas seguir estos pasos:
1) Compara el cambio (si es necesario)
“Antes estábamos en Valencia, ahora estamos en el chalet”
“Antes ibas al colegio, ahora vas a casa de la abuela”
2) Clasifica temporal y visualmente en un calendario (semanal, mensual…)
Esto va a depender de la noción temporal que tenga el niño/a. El objetivo es que conozca cuándo empieza el cambio y cuándo termina.
3) Cuéntale las consecuencias del cambio
Todos los guiones, historias sociales o cuentos deben responder a Qué / dónde / cuándo / cómo / quién y por qué. En la siguiente galería tienes un ejemplo:
Cualquier apoyo visual debe ser adaptado a la comprensión del niño/a y ajustado a sus características y a sus preferencias. Todos los ejemplos de apoyos visuales compartidos en este artículo han sido elaborados por las familias y son específicos para ellos y sus hijos/as.
El verano, una oportunidad para aprender cosas nuevas.
El verano también es buen momento para ofrecer oportunidades de aprendizaje. Tener nuevas rutinas, como por ejemplo ir a la piscina o a la playa, nos permite enseñar hábitos de autonomía personal y aumentar la participación del niño/a, favoreciendo la interacción social.
A continuación mostramos algunos ejemplos de aprendizajes que pueden adquirirse durante las vacaciones:
- Aprender a identificar y expresar frío y calor.
Habitualmente cuando un niño/a (con) autismo tiene frío o calor puede no saber expresarlo y los familiares acaban sabiéndolo por su conducta observable. En la salida de la piscina cuando el niño/a tirita de frío mientras va hacia la toalla es un buen momento para modelar lenguaje y enseñarle visualmente que tiene frío usando la frase “Tengo frío”.
Una vez el niño/a sabe identificar frío y calor y expresarlo, podemos enseñarle algunas estrategias para que pueda utilizar y/o comunicar. En el ejemplo se pueden observar opciones para dentro de casa y para fuera, ya que no haremos lo mismo en los diferentes contextos.
- Participar de la rutina preparando la mochila de la playa/piscina
El grado de complejidad de la tarea irá incrementando en la medida que el niño/a aumente su grado de participación. De esta manera puede comenzar metiendo los accesorios en la mochila para posteriormente cogerlos del lugar correspondiente (armario) o incluso elegir y pensar por el mismo qué va a necesitar. Para esto también tendremos en cuenta la edad del niño/a.
- Preparar una receta
En vacaciones tenemos más tiempo libre, por eso las rutinas diarias son una buena manera de fomentar la interacción y la relación con la familia. Cocinar juntos un helado (o cualquier otro alimento favorito del niño) no solamente le enseñará el proceso por el que pasan los alimentos antes de comerlos, sino que favorecerá otros aprendizajes como por ejemplo la asociación número-cantidad, conceptos como salado/dulce, mucho/poco… además de aprender nuevo vocabulario y pasar un momento genial con papá o mamá.
- Practicar una actividad de ocio nueva
Como cualquier adulto, los niños/as también deben poder escoger sus propias actividades de ocio. El verano ofrece multitud de posibilidades para practicar alguna actividad lúdica deportiva. Los niños y niñas autistas también necesitan experimentar nuevas actividades que sean motivadoras y con las que disfrutar.
El surf, por ejemplo, es una actividad donde además de pasarlo muy bien puedes desarrollar otras habilidades como el equilibrio o la coordinación, además de los beneficios que tiene practicar ejercicio.
Algunos consejos
- Estructurar el tiempo en casa
- Ofrecer movimiento programado y libre a lo largo del día (voy a comprar con patinete / bajo al parque con la bicicleta / vamos a pasear al kiosco…).
- Mantener algunas rutinas estables (mismo horario-mismo lugar).
- Informar – anticipar – explicar visualmente.
- Aumentar y asegurar la participación del niño/a.
- Proporcionar tiempo de juego libre sin guiar ni dirigir.
- Ofrecer actividades motivadoras y gratificantes.
- Mantener los apoyos proporcionados durante el año.
Recursos
La app utilizada en el vídeo es Dictapicto (haz click para descargar).
Puedes leer más información de cómo utilizar Dictapicto (haz click para leerlo).
En la web Soy Visual puedes encontrar algunas recetas como esta para hacer pizza (haz click para ver la receta).
El mejor consejo que podemos compartir es que disfrutes cada momento de felicidad en familia.
¡Feliz verano!
Los símbolos pictográficos utilizados en los materiales son propiedad del Gobierno de Aragón y han sido creados por Sergio Palao para ARASAAC (http://arasaac.org) que los distribuye bajo licencia Creative Commons (BY-NC-SA).
Magnificos trabajos, gracias por compartir.
Muchas gracias por este post.