¿Crees que ERES safe place o safe space para las personas que acompañas?
El término safe place o safe space (traducido como «lugar seguro») no es una moda que leamos en los stories y publicaciones de nuestras instagramers favoritas cuando hablan de bienestar.
Este término se empezó a usar en 1970 y se definió como «un lugar que proporciona un entorno física y emocionalmente seguro para una persona o grupos de personas, especialmente un lugar en el que las personas pueden expresarse libremente sin temor a prejuicios, juicios negativos, etc.». También se define como «un lugar destinado a estar libre de prejuicios, conflictos, críticas o acciones, ideas o conversaciones potencialmente amenazante».
Ufff… qué maravilla de lugar, ¿verdad?
Se habla de lugar, de espacio físico, pero también podríamos hablar de personas o grupos de personas que SON safe place-safe space o deberían serlo…
El pasado 29/08/22 os lanzamos en Instagram la pregunta ¿Cómo es tu safe place?
Estas fueron algunas de las respuestas que disteis:
La escuela: ¿es un lugar seguro?
Podemos centrarnos en las aulas aunque lógicamente esto es extrapolable a nuestro hogar. Los dos entornos más importantes en la infancia.
Antes de continuar tenemos que tener algo claro. Sentir que un lugar o una persona es safe place va a ser diferente para cada ser humano. Esto es lógico ya que cada persona tenemos nuestras necesidades, nuestras emociones y nuestras experiencias. Pero seguramente estarás de acuerdo en que hay cosas que a cualquier ser humano nos van a hacer sentir bien. Vamos con algunas imprescindibles.
1. Conexión
En la familia, quizás la conexión y el vínculo con nuestro hijo/a puede que ya esté establecido y sea un vínculo seguro. Pero en la escuela, cuando recibimos por primera vez a ese grupo de personitas partimos de 0.
Compañera, compañero, ¿destinas tiempo de calidad para generar ese vínculo y conexión con tu alumnado?
Sin emoción no hay aprendizaje, es algo que Francisco Mora defiende en todas sus obras. Pero no pienses solo en aprendizajes académicos, por favor. Saber y sentir que eres una persona a la que ese peque va a acudir cuando no se siente bien, a quien va a pedir ayuda, por quien va a sentirse reconocido, esto debería ser el primer aprendizaje en la escuela. Tenemos que ser sostén, apoyo, tenemos que ofrecerles cuidados, tienen que sentirse atendidos y porqué no queridos.
¿Y esto cómo podemos hacerlo? El dúo dinámico.
Sin ninguna duda, quien más va a poder ayudar a generar todo eso en los peques que vamos a acompañar son sus familias. Esto es lo que dice la gran Marisa Moya en un artículo que publicó en julio de 2022. (Ojo: Procesos saludables. Sí, estamos hablando de salud mental).
«Padres y madres en la escuela» sois necesarios. Para contribuir de formas únicas y significativas. Solo con progenitores cooperando en la escuela se pueden logar procesos saludables.
Vaya por delante que las condiciones en las escuelas muchas veces no son las más favorables (ratios imposibles, asignaciones en la escuela pública que llegan en septiembre casi empezando, etc.). Pero dentro de nuestras posibilidades, organicemos la vuelta teniendo en cuenta este tándem.
Algunas ideas para el inicio:
- Cita a la familia (con peque) antes de empezar. Para que os conozcáis, que conozca el aula, los espacios… En esta reunión os conoceréis, la familia te podrá contar muchísima información de su hijo/a, es quien mejor le conoce. Intenta acercarte siempre que te lo permita siguiéndole. Obsérvale y síguele, no intentes dirigir la situación.
- Material audiovisual: permite a las familias hacer fotos y vídeos o hazlo tú misma. Grábate enviando un mensaje, graba el espacio, lo que se van a encontrar… invítales a vivir esta nueva aventura a tu lado. Tú serás la persona más importante de ese espacio.
- Planifica la acogida: esto no puede dejarse «a la aventura». Cada personita que vas a empezar a acompañar tiene unos ritmos, unas experiencias y unas necesidades. Al igual que cada familia (la conciliación no es nuestro fuerte). Gestiona con la familia cómo vamos a hacer ese proceso de acogida, qué cosas creen que son relevantes, cómo necesitan y pueden acompañar a su peque. Es importante que sepas que la familia es imprescindible en este proceso.
No te quedes solo en el inicio, la conexión debe florecer y esto no se consigue en dos días. Cuida ese vínculo. Cuida la relación con cada una de las personas que tienes la suerte de acompañar. Constrúyela cada día. Observa desde el corazón. No son futuro, son presente. Ya son, reconozcámosles tal y como son, maravillosas personas.
2. Espacio físico safe place.
Después del primer punto, que en nuestra opinión es el más importante en cualquier relación, pasaremos al espacio entorno.
Sabemos que para que exista aprendizaje y participación, necesitamos de un entorno, espacios y actividades accesibles para todas las personas. Y antes del aprendizaje y participación, tengo que poder estar presente. Tanto físicamente (eliminando barreras físicas) como emocionalmente bien (vuelve al punto 1).
No vamos a hablar profundamente de accesibilidad universal aquí porque podríamos destinar una colección de artículos a ello, pero sí vamos a recopilar puntos fundamentales. (En las referencias del final puedes encontrar enlaces con más información).
- Más no es mejor. Aunque el arte es algo subjetivo, hay aulas que parecen verdaderos expositores de un arte un poco confuso por la cantidad de estímulos que hay. ¡No sabes ni dónde mirar! Haz de tu aula un espacio amable sensorialmente. Ten en cuenta tanto la luz, como los sonidos, la temperatura, los olores… Hay personas que no van a poder ni siquiera estar dentro de ese espacio si hay una luz que les puede resultar dolorosa.
- Comunicación: la comunicación es cosa de dos o más personas, ¿verdad? Para poder acceder a la información cualquier persona necesita conocer el código en el que se está ofreciendo esa información y además tiene que poder utilizarlo. Si solo utilizamos el habla como medio de comunicación, quizás estaremos dejando de lado a una parte de nuestro alumnado. No pienses solo en tu alumna autista usuaria de CAA, también piensa en el alumno que acaba de llegar de Marruecos, la alumna que está empezando a usar el habla… Además, piensa que la información visual es la que mayor tiempo permanece. Utiliza apoyos visuales así como SAAC para modelar lenguaje. Puedes leer más en este artículo: Comunicación en los centros escolares . ¿Te imaginas ir a una clase de matemáticas en chino sin tener ni idea de chino?
3. Flexibilidad
Acompañamiento sin flexibilidad es algo complicado. Ha llegado septiembre, y con tu listado de alumnado quizás te has hecho una imagen mental de lo que ocurrirá, incluso una película completa. Pero compañera, deja el lienzo en blanco y píntalo con ellos y ellas conforme vayáis compartiendo momentos.
Una vez más la administración no pone las cosas fáciles. La administración y la flexibilidad quizás son como el aceite y el agua, que no se atreven a mezclarse. Es cierto, pero tenemos que ser la resistencia y mirar a quienes tenemos delante, esas personitas que están redescubriéndonos el mundo.
Sé flexible en tiempos, en espacios, en actividades… cada persona va a necesitar sus tiempos, tú también. Permítete a ti también vivir este proceso de acogida desde la calma.
Organizar y estructurar es fundamental, y pararnos a observar si esa organización y estructura está siendo útil es vital. Y ahí entra la flexibilidad.
4. Relaciones colaborativas
Hablábamos en el punto 1 del tándem familia – escuela, del dúo dinámico. Quizás has subido alguna vez en tándem (bicicleta para dos o más personas), si no lo has hecho, puede ser una experiencia muy divertida. Pero cuidado. El tándem puede funcionar cuando solo una persona pedalea. Pero si una pedalea y la otra no, una se cansará rápidamente y quizás valga la pena que en vez de tándem utilicen bicicletas individuales, no?
Podemos hacer un paralelismo con el tipo de relación que construimos entre escuela y familia. Si no mantenemos una relación de colaboración, y esto quiere decir una relación horizontal, desde el respeto y el diálogo continuo, desde el compartir, desde una mirada común… va a ser una relación complicada y quizás no solo llena de cansancio como cuando solo una parte pedalea, sino quizás también con conflictos y malos entendidos.
En la literatura sobre Atención Temprana, Dunst, Boyd, Trivette & Hamby (2002) nos hablan de dos componentes fundamentales en la construcción de relaciones colaborativas. Estos componentes son perfectamente extrapolables a la relación docente-familia.
- Prácticas relacionales: escucha activa (todas las partes son importantes y todas tienen que aportar), cordialidad, empatía, sinceridad y la visión hacia la familia desde una perspectiva positiva.
- Prácticas participativas: estas prácticas están relacionadas con la acción y la forma de compartir. Las familias son quienes mejor conocer a sus hijos/as y su realidad. Tú, docente, profesional eres la persona que dispone del conocimiento y la experiencia sobre educación. Tenemos que compartir la información de ambos aspectos. Ofrezcamos información a la familia para que pueda tomar decisiones, para que con sus conocimientos y experiencias actúen.
Olvidemos las relaciones «casposas» y jerárquicas en las que se nos ha otorgado (o nos hemos puesto) las profesionales el rol de expertas del universo y las familias meros sujetos pasivos que tienen que cumplir y hacer lo que se les dice.
Mantener un contacto continuado entre ambas partes nos va a permitir tener información para generar esa conexión, para ofrecer seguridad y sostén, para romper posibles barreras… y de eso se trata, de convertirnos en un lugar seguro para esas personas que vamos a acompañar.
En la época en la que estamos, aunque es cierto que quizás es complicado disponer de tiempos diarios para compartir con las familias, podemos utilizar diferentes herramientas para poder establecer esa comunicación: correo, aplicaciones, agenda, teléfono… Intenta reuniones presenciales para poder vernos de cerca (verse una vez al año sí hace daño).
Por otro lado, no nos olvidemos de qué tipo de relación estamos construyendo con los niños y niñas. ¿Seguimos manteniendo relaciones de poder jerárquicas o construimos relaciones horizontales?
Te deseamos pasión, calma, motivación, empatía, aprendizaje, disfrute, observación…
Te dejamos aquí un vídeo que hemos hecho con los 5 imprescindibles para la vuelta al cole.
Vuelta al cole: sé su safe place
Más información:
- Artículo de Marisa Moya: Sentirse seguros, inicio de curso 2021-2022. #CuidarInfancia
- Diseño universal del aprendizaje, una respuesta inclusiva. Coral Elizondo.
- Entrevista a Antonio Márquez sobre Diseño Universal del Aprendizaje.
- Comunicación en la escuela. Doble Equipo
- Artículo Espe-Sherwindt, M. (2008). Práctica centrada en la familia: colaboración, competencia y evidencia. Traducción por Grupo de Investigación en Educación, Diversidad y Calidad. Universidad de Murcia.
Hay que ir por más espacios seguros para todos en donde podamos mejorar nuestras relaciones interpersonales con los hijos y familiares.
Para hablar de relaciones familiares se debe tener en cuenta qué clase de vinculo existe entre sus miembros.